11/13/2010

...simplemente no hay palabras...


...y sin embargo...
....no era cuento de hadas. Nunca me engañó con falsas promesas de un final feliz. Fue lo suficientemente cruel para leérme la historia después del "The End". Los personajes no fueron felices para siempre (tuvieron peleas y no siempre fue fácil pagar la renta a fin de mes)...
...érase una vez, osea que había un día, en que fuimos dos Pesimistas No-ortodoxos en el mundo... ahora solo quedo yo...

Sigo creyendo que es alguna broma de mal gusto, sigo esperando a que José Miguel aparezca y me salude cada que doblo una esquina. Miguel es más que un gran músico, más que mi amigo, más que quien le pone los puntos a mis ies, más que mi Emocionalista, más que mi gurú espiritual o mi diablo guardián, más que mi lugar en el mundo... una parte de mi... algo de mi ha muerto...

He pasado estos días caminando por la ciudad. Por los lugares donde nos veíamos, por los sitios que frecuentaba. "En esta esquina no apareció, pero tal vez en la siguiente calle". Sé que no lo veré más, y, sin embargo, sigo lastimando mis pies cansados. Sigo adelante no sólo porque no quiero romper a llorar, si no porque no hay otra dirección. Sigo adelante porque él nunca se detuvo...
...siempre juntos hasta el final...
...por tu ciudad ambarosa sigo caminando...
"Seguimos corriendo

A prisa. Derrumbando el viento.
Olvidando los días lluviosos
¿Seguimos llorando verdad?
José Amenti Favela."

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