Road to Nowhere

Bueno, pues resulta que decidí finalmente desmpolvar las guitarras y empezar a practicar, para lo cual el primer paso fue cortarme las uñas.
Como dato curioso mencionaré que tengo dos lunares en la mano izquierda, uno en la parte exterior del dedo y el otro está en el mismo dedo pero en la parte interior. Alguien me dijo alguna vez que las personas que tienen lunares en las manos son muy talentosas (y yo de baboso me la creí).

en el recuento de los daños

Pues cuando no esperaba que me volviera a llamara, lo hizo. Nos vimos. Después de que respondiera a las dos preguntas más extrañas y dificiles que me hayan hecho en ese tipo de entrevista (¿cuál es tu libro favorito? y ¿quién es la persona más importante en tu vida?), decidió que yo era muy raro, no sólo "rarito" sino raro raro, quedé descartado y vuelvo a estar en el mercado.

La economía sigue mal y he llegado al grado de usar caféseses de internet, por lo que ya casi no he escrito, y creo que es hasta más incómodo que "complacerte" en el cine Teresa.

Supongo que no necesito aclarar que el proyecto sigue detenido, que estoy deprimido y que tomo comprimidos.

fragmento

... y siento cómo esa cuerda dentro de mi aún vibra

el tiempo no existe,
pero mi concepción de el
no se detiene

y siento cómo los recuerdos me aplastan...

Cómo encontrar un productor y no enloquecer en el intento

He estado pensando (sé que suena increíble, pero es cierto) y llegué a la conclusión de que esto podría ser un reality show. Quiero decir, si programas como "La académia" y "Big Brother" han tenido tanta popularidad, imaginen si un programa con la temática de "Cómo componer una canción decente y no suicidarse en el intento" no tendría audiencia. Pero, lastimablemente, si no puedo conseguir un productor para un estúpido demo, menos encontraré productor para un programa de televisión. Algún voluntario?


P.D. agradecimiento especial a Xiu

Girly Speech: Cinco minutos con mi lado femenino, y lo odio.

Cuando uno da su número lo normal, creo yo, es esperar que te llamen. Dí mi número y espere... como media hora y después se me olvidó. Hoy, después de como dos semanas, recibí la llamada, que ya ni esperaba, de mi hombre ideal. Me estaba diciendo justo lo que quería oir, me estaba convenciendo de dejarlo todo e irme con él y justo cuando ambos estamos llegando al climax -de la conversación, por supuesto- se cortó la comunicación. Traté de devolver la llamada, pero marcaba ocupado, por lo que consideré que tal vez estaba tratando de contactar conmigo de nuevo, así que colgué y esperé pacientemente. Cinco insufribles minutos después el teléfono volvió a sonar, pero la llamada se cortó antes de que pudiera contestar. Después de eso sólo quedó el silencio.
Es frustrante, cuando creía que por fin había encontrado a alguien que me quiere por lo que soy y me pasa eso. ¿Por qué no intentó marcar de nuevo? ¿Por qué su teléfono ha marcado ocupado todo este tiempo? ¿Fue algo que dije? Tal vez creyó que no me interesaba. ¿O tal vez lo pensó mejor y yo ya no le intereso? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¡¿Por qué?!¡ ¡¡¿Por quéééééé?!!!

P.D. Debo dejar de leer Bridget Jones's Diary

Día 5: it's still fucking my mind

Se cumplió una semana sin él.

A la musa, que tenía más de un año sin ver, se le ocurrió hacer acto de presencia a las tres de las mañana, así que tuve que levantarme de la cama y hacerle una reparación de emergerncia al conector del teclado. Dos horas y media después, cuando finalmente había conseguido una linea base bastante decente para el intro y estaba a punto de grabarla, la chingadera ésa hizo corto y explotó, ahora sí deveras ya no sirve. Toda mi filosofía Pesimista No-ortodoxa se quedó dormida en la cama, asi que, sin su intervención, me encabroné (sí, ése es el verbo), grité, arrojé cosas, rompí un vidrio y me corté. Lo peor es que en mi furia ciega lacé por la ventana, entre otras cosas, el cuaderno en el estaba trabajando. Como en la mañana, mientras tenía mi ataque de histeria colectiva, estaba lloviznando, el cuaderno se mojó, la tinta se desvaneció y ahora, una vez más, no tengo nada.

No tengo absolutamente nada que no sea sueño, y mis vecinos del barrio tuvieron a bien hacer una fiesta colectiva justo bajo mi ventana. No puedo dormir ni en mi propia casa, no creo que a Woolf se le hubiera occurido nunca considerar esta clase de inconvenientes de la vida moderna, así que estoy pensando escribir un ensayo: "un cuchitril silencioso para uno solo". Cerraron una calle, contrataron sonido y bandas, y, aparte de sus cumbias y salsas, yo ya no escucho ni mis pensamientos. Y aún así no puedo dejar de pensar en todo lo que ocurrió esta mañana desde que se apareció la musa. Demasiada adrenalina en mi sistema.

Tenía años que no me sentía así. Me gustaría poder decir que es agradable o increiblemente doloroso a secas, pero es más bien masoquista el asunto.

un día sin música

Salí con unos compañeros. Creo que nunca antes me había sentido tan incómodo y fuera de lugar, debí quedarme en casa.

Para acabarla de joder, una de mis conocidas me manda un mensaje que sonaba a "quiero morirme, dime algo para que no me sienta tan mal". ¿Cuántas veces tengo que decirlo? ¡Soy Pesimista No-ortodoxo! Las únicas palabras de aliento que puedes recibir de mi son para que te avientes de cabeza desde un puente.

El proyecto sigue detenido. Quiero mandarlo todo a la chingada.

Día 3: atolondrado

Resulta que son las 3:45 a.m. mientras escribo esto. Llevo todo el día anterior y lo que va de este en internet. Como ya me dio sueñito, me iré a dormir, y con seguridad no despertaré antes de la una de la tarde, lo cual implica que hoy ni busqué trabajo ni alguna forma de solucionar los problemas logísticos de mi "proyecto solista".

Ave María Purísima: acúsome de ser yo por todas partes, osease, un irresponsable.

Día 2: Problemas logísticos

Después de haber estado flojeando todo el día de ayer, hoy decidí empezar en forma. Me levanté temprano, fui a correr, hacer algo de ejercicio, me bañé, desayuné y ya con las pilas cargadas, respiré profundo y decidí enfrentar la peor parte: sacar los instrumentos. Después de un breve ataque de estornudos, puesto que tenía demasiado tiempo sin tocar las guitarras ni para quitarles el polvo, me encontré con que todas las guitarras necesitan cuerdas nuevas y el cable para conectar el teclado a la luz ya no sirve. Así que para empezar necesito comprar esas cosas, pero como resulta que no tengo trabajo, por ende no tengo dinero. Sin trabajo no hay dinero, sin dinero no hay cuerdas, sin cuerdas no hay música. El proyecto sigue detenido por cuestiones ajenas a mi control inmediato, pero en vías de solución.

Esto no va bien, nada bien.

un músico fracasado: el regreso

Aunque admito que lo considere, no saldré con una jalada tipo "hoy voy a cambiar, Revisar bien mis maletas, Y sacar mis sentimientos, Y resentimientos todos...", ni con un "He vuelto más duro más maduro más seguro..." sobre todo porque yo, a diferencia de Falsa Alarma, no puedo asegurarlo.

Después de que mi mejor amigo pasara a mejor vida el sábado pasado, y de pasar todo un fin de semana llorándole (literalmente), llegué a ese punto en el que reconsideras tu vida y lo que has hecho con ella.

Llegué a la conclusión de que es momento de hacer algo con mi vida. No más lloriqueos. El momento de las decisiones, (¡uuyy, qué miedo!) Pero, poniéndonos serios:

Empecé mi "carrera" musical a los once años, desde entonces, he sido parte de ocho bandas y compuesto/grabado/colaborado en cinco demos, estoy hablando de unas cuarenta canciones a lo largo de trece años. ¿Mucho? ¿Poco? No lo sé y no me interesa. El caso es que después del rompimiento con mi última banda, hace cuatro años, y después de coquetearle por un rato al pop, caí en el silencio. Hace un año me dí por vencido y la música me abandonó por completo. Pero después de las reconsideraciones, llegué a dos conclusiones: 1) no fracasé, puesto que ni siquiera lo intenté, y 2) yo no he abandonado a la música.

Así que he decidido empezar con mi nuevo proyecto: "Un músico fracasado: el regreso. O cómo componer una canción decente y no suicidarse en el intento"

Ahora ya sólo tengo dos opciones: grabar un disco o vender los instrumentos. Empiezan las apuestas.