11/19/2008

Knives Out or I'll Kill Someone

Cuando tenía algo así como 9 años me entere de que Radiohead venía a México (bueno, de hecho ya estaban aquí), grité, pataleé y rogué para que me dejaran ir. Como, obvio, no me dejaron, mis padres se ganaron mi odio eterno.
Después de más o menos catorce años de paciente espera por fin regresan, por lo que en esta ocasión hice un plan. Era simple pero, hasta hace unas horas, creía que sería efectivo. Dos personas iríamos a diferentes taquillas, una lo intentaría por teléfono y una más por internet.
Cuando llegué a dormir afuera de las taquillas, ya había ocho personas. Pasaron las horas y entre más nos acercábamos al momento en que comenzaría la venta, mis expectativas bajaban: los tipos delante mío eran revendedores. La cosa fue increíblemente lenta (a razón de cuatro personas por hora). No fue sino hasta dos horas después de que empezó la venta que llegué a la caja, para encontrarme con que ya sólo quedaban boletos que eran más para el palacio de los deportes que del foro (pa eso mejor los veo desde mi casa!), y los otros tres frentes estaban en las mismas. ¡De cuatro pendejos ninguno obtuvo boletos para admisión general!
Tengo un gran sentimiento de odio y rencor contra la injusticia del mundo y creo que mataré a alguien... y preferentemente será alguien con boletos de admisión general a.

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